El cuidado de la ropa del bebé es indispensable para proteger su sensible piel y para alargar la vida útil de las prendas en las mejores condiciones. Es importante tener en cuenta que las prendas interiores que más en contacto van a estar con la piel, como los bodies, los calcetines o las mantas, tienen que ser cuidados especialmente para no exponer al bebé a sufrir sarpullidos, alergias o irritaciones.
Puedes lavar la ropa del bebé a mano o a máquina y puedes dejarla secar a la intemperie o con la secadora. Sin embargo, por su tamaño y la poca cantidad de suciedad que acumulan las prendas, es más práctico lavar a mano y secar a la intemperie.
Considera realizar un enjuague adicional para asegurarte de que no queden residuos de detergente en la ropa, lo cual podría irritar la piel del bebé.
Antes de vestir al bebé, conviene comprobar si la etiqueta de la ropa puede rozar la piel del bebé y si es el caso quitarla.
Para mantener la ropa de tu bebé en las mejores condiciones, 10 en cuenta los siguientes consejos adicionales:
En cualquier caso, recuerda siempre aclarar bien las prendas para evitar que queden restos de detergente entre las fibras.
Realiza una prueba de parche lavando una prenda pequeña antes de usar el producto en toda la ropa del bebé.
Puedes lavar a mano o en la lavadora, pero debes tener en cuenta que en ambas opciones debe ser con agua tibia (no con agua caliente).
- Si lavas la ropa de tu pequeño en la lavadora, debes hacerlo de forma exclusiva hasta que tenga unos seis meses.
Sabemos Jabón para ropa de bebé delicada que dijimos anteriormente que podrías ignorar la etiqueta de cuidados, pero la ropa de lana es cara, por lo que esta es la excepción. Algunas prendas de lana pueden requerir lavado a mano, así que no las tires en el cesto con los pijamas y los mamelucos.
Otro aspecto elementary del lavado de la ropa de bebé es la temperatura del agua. Aunque el agua caliente puede ser eficaz para eliminar gérmenes y bacterias, puede ser perjudicial para los tejidos delicados y provocar irritaciones en la piel del bebé.
Una vez finalizado el ciclo de lavado, es importante prestar atención al proceso de secado y planchado de la ropa del recién nacido. Si optas por secar la ropa en una secadora, elige un programa suave y de baja temperatura para evitar encogimientos.
Durante los primeros meses de vida de nuestro bebé es recomendable lavar su ropa – y la ropa de cuna, por supuesto - por separado y de forma exclusiva, sin mezclarla con las prendas del resto de la familia. Del mismo modo, los detergentes a utilizar deben ser específicos para bebés o para ropa delicada, testados dermatológicamente. No debemos usar blanqueadores, suavizantes u otros aditivos. Podemos optar tanto por la lavadora como por la opción de lavado a mano para limpiar la ropa de bebé, pero debemos tener en cuenta que el agua tiene que ser tibia y no caliente y, que si optamos por lavar a mano, deberemos prestar especial atención a aclarar correctamente las prendas.
Los tejidos lavables también se pueden frotar y enjuagar con agua corriente. Repite los pasos anteriores si ves que la mancha no cede. Para finalizar lava la prenda como sueles hacerlo y listo.